¿PIZARRA DIGITAL O VENTANAS NUEVAS?

La Asociación de Padres y Madres del instituto Fuensanta denuncia la precariedad y abandono de las instalaciones, que contrasta con la inversión en nuevas tecnologías.

 

 

Hace más de cinco años que el Instituto de Enseñanza Secundaria Fuensanta se enmarca dentro del Plan Mejor Escuela, puesto en marcha en el 2005 por la Consejería de Educación y que preveía un total de 263 actuaciones hasta el año 2010 en distintos centros educativos de la provincia de Córdoba, entre ellos, el IES Fuensanta, al que asisten diariamente alrededor de mil alumnos.

Pasado el plazo de ejecución del plan, la Asociación de Padres y Madres ha denunciado el estado de abandono en el que continúan las instalaciones. Según Francisca Ramírez, secretaria del AMPA, "basta con darse una vuelta por el centro para comprobar que los alumnos están dando clase en unas condiciones tercermundistas".

No hay luz natural

Entre las deficiencias que Francisca enumera, destaca "la falta de luz natural que los chicos llevan años soportando, debido al estado ruinoso de las ventanas y persianas, lo que impide también la ventilación de las clases y eleva considerablemente la factura de la luz que paga el centro".

En la misma línea, la secretaria del AMPA hace hincapié en "el aspecto exterior de las instalaciones, que no se pintan desde hace años, la entrada al mismo, hecha a base de terrizo, y los servicios, algunos cerrados por su evidente deterioro, otros sin pomos en las puertas, con azulejos caídos y todos con pintadas que dan impresión de estar en un edificio abandonado". Todas estas carencias suponen, según Ramírez, "una discriminación evidente para nuestros hijos, que tienen que asistir a un centro de segunda o tercera categoría mientras otros institutos ya han sido reformados".

Como portavoz de los padres y madres del centro, Francisca Ramírez ha criticado "el sinsentido que supone la reciente instalación de pizarras digitales en las clases o el reparto gratuito de ordenadores en primero y segundo de ESO mientras los alumnos se ven obligados a asistir a clase en un lugar que no tiene garantizadas las condiciones básicas de habitabilidad". En su opinión, "si la Consejería de Educación, a la que hemos informado por escrito de este tema, contesta que no tiene dinero para acometer las obras que prometió hace años, y que deberían ser una prioridad, ¿cómo puede afrontar una inversión tan alta en un material que no es básico y que además ha obligado a dar cursos de formación a los profesores para que supieran utilizarlo? No se entiende".

Por su parte, fuentes de la Delegación de Educación confirmaron que de momento no se sabe cuándo podría comenzar la actuación, "de la que se informará puntualmente antes".